Los goles sublimes de Lionel Messi y Enzo Fernández le dieron a una Argentina, en gran medida muy presionada, una victoria por 2-0 sobre México en un ambiente vibrante en el Estadio Lusail y pusieron en marcha la campaña mundialista de los favoritos sudamericanos.
Sorprendidos 2-1 por Arabia Saudita en su primer partido del Grupo C, Argentina sabía que la derrota los dejaría fuera del torneo, pero comenzaron mal, luchando para hacer frente a la alta presión de México, ya que a Messi se le negó el tiempo y el espacio para operar.
El capitán de Argentina estuvo en el anonimato en la primera mitad, su única contribución notable fue un cabezazo que pasó por encima del larguero, ya que su equipo no logró crear una sola oportunidad. Pero, interceptado por Ángel Di María justo afuera del área de México en el minuto 64, Messi no cometió ningún error, lanzando un tiro raso a través de una multitud de defensores hacia la esquina.
Fernández luego duplicó la ventaja a los 87 con un maravilloso esfuerzo para sellar la victoria. La victoria llevó a Argentina al segundo lugar en el Grupo C con tres puntos, uno detrás de los líderes Polonia, a quienes juegan en su último partido de grupo. Arabia Saudita es tercero, empatado a puntos con Argentina pero con una diferencia de goles inferior.
Lionel Messi entregó otro momento de magia en el escenario de la Copa del Mundo para mantener vivas las esperanzas de Argentina de clasificarse para los octavos de final.
El toque y disparo del jugador de 35 años contra México fue un momento de perfección técnica, pero llegó en un momento de extrema necesidad para su equipo, que perdió ante Arabia Saudita en su primer partido del Grupo C.
Fue una actuación nerviosa por parte de los gigantes sudamericanos y todavía tienen trabajo por hacer en el partido final contra Polonia, donde solo una victoria garantizará la clasificación.