El 4 de noviembre desde las 17:00 (hora argentina), los reflectores globales iluminarán la Final de la Copa Libertadores 2023, la joya de la corona del fútbol sudamericano. Esto marca la conclusión de una búsqueda de nueve meses para identificar al club más destacado del continente.
El viaje comenzó en febrero en el Estadio Huancayo de Perú, ubicado a 10,000 pies sobre el nivel del mar, con el primer partido de clasificación. El clímax del torneo tendrá lugar a un paso del Océano Atlántico en el estadio Maracanã de Río de Janeiro.
En contraste con las tres finales anteriores, que fueron enfrentamientos brasileños, la 64ª edición añade una capa adicional de emoción al reavivar la antigua rivalidad del fútbol entre Argentina y Brasil, ya que Boca Juniors se enfrenta a Fluminense.
¿Qué está en juego?
Fluminense, representando a Brasil, busca asegurar su primer título de la Copa Libertadores. Su única aparición anterior en la final fue en 2008, donde no lograron vencer a LDU Quito, los ganadores de la Copa Sudamericana de esta temporada. Ahora, quince años después, Fluminense disfruta de una ventaja significativa, ya que la final se desarrolla no solo en su ciudad natal, sino también en su estadio local, el Maracanã.
No obstante, se espera que Río reciba a hasta 110,000 seguidores de Boca Juniors, ya sea en el estadio o en la zona de aficionados en la playa de Copacabana. Mientras que Fluminense es relativamente nuevo en la final de la Copa Libertadores, Boca presume de un impresionante historial de seis victorias anteriores y busca igualar el récord de siete títulos de larga data de Independiente. Boca ha estado esperando ansiosamente otro triunfo desde su última victoria en 2007, con la esperanza de borrar el doloroso recuerdo de su infame derrota ante River Plate en 2018, un partido a doble vuelta que concluyó en Madrid debido a la violencia de los aficionados en Buenos Aires.
Pero, ¿quién se considera favorito? Fluminense llega a la final con ventaja, y esto no se debe únicamente a su ventaja como equipo local. Su potencial quedó patente desde temprano, especialmente en el Día de Partidos 3 de la fase de grupos, cuando aplastaron a River Plate con una victoria por 5-1. Fluminense juega con destreza y ha sido prolífico, marcando 22 goles en toda la competición, incluyendo 12 en las rondas eliminatorias. En contraste, el camino de Boca Juniors a la final ha sido tumultuoso, reflejando su complicada temporada doméstica, en la que solo han logrado 11 puntos en 11 partidos.
Boca ha dependido en gran medida de las tandas de penales en cada ronda de las rondas eliminatorias, habiendo marcado solo 12 goles en toda la competición, y un tercio de ellos en un solo partido. Sin embargo, su defensa ha sido sólida, encajando solo cinco goles.